En las últimas horas, se han registrado más de 50 ataques aéreos israelíes contra diversas zonas del sur libanés.

La tensión en la frontera entre Israel y Líbano alcanza nuevos niveles con una serie de ataques aéreos israelíes en el sur del país. Las Fuerzas de Ocupación de Israel anunciaron el inicio de una operación militar en la región con escuadrones de aviones de combate F-35 dirigiéndose hacia el norte del Líbano.

En las últimas horas, se han registrado más de 50 ataques aéreos israelíes contra diversas zonas del sur libanés, incluyendo Mahmudía, Al Aishiya, los altos de Rihan y el río Barghaz. De estos, 36 se concentraron en la zona boscosa de Mahmudía. El ejército israelí asegura haber atacado «30 lanzaderas de Hezbolá que contenían aproximadamente 150 barriles lanzadores», según medios libaneses.

El ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, ha declarado que Israel ha entrado en una nueva fase de la guerra, señalando a Hezbolá como objetivo principal. Por su parte, medios israelíes informan que el ejército planea triplicar diariamente sus ataques contra el Líbano.

Previo a la embestida aérea, el secretario general de Hezbolá, Hassan Nasrallah, advirtió a Israel contra una operación terrestre en el sur del Líbano durante su discurso del 19 de septiembre. Nasrallah prometió una respuesta «justa» a los atentados atribuidos a la inteligencia israelí en los últimos días.

Dirigiéndose directamente a los líderes israelíes, Nasrallah afirmó: «Les digo a Netanyahu y a Gallant: no podréis devolver a los [colonos] al norte, y éste es el desafío entre nosotros». Añadió que «La única manera de hacerlo es detener la agresión a Gaza y nada más ayudará a conseguirlo, ni la escalada militar ni ninguna otra cosa. Más bien, lo que harán será aumentar el desplazamiento de estas personas».

Grabaciones confirman el sobrevuelo de drones israelíes sobre las aldeas libanesas, difundiendo mensajes de audio con incitaciones contra la resistencia en el sur del Líbano.

Este aumento de las hostilidades marca un punto de inflexión en el conflicto, con ambas partes elevando el tono de sus amenazas y acciones militares, lo que genera preocupación por una posible expansión del conflicto en la región.

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